miércoles, abril 18, 2007

Libertad intelectual vs. discriminación intelectual: una mirada al desarrollo de colecciones


En la revista American Libraries, publicación mensual de la American Library Association (ALA) , www.ala.org, del mes de marzo de 2007, el bibliotecario Craig Gable hace un planteamiento muy válido que tituló: The Freedom to Select o como dirían en Castilla la vieja, la libertad de selección. En el mismo, el Sr. Craig comenta sobre un artículo que se publicara en la columna On My Mind de dicha revista en diciembre de 2006, escrita por David Isaacson. Veamos, grosso modo lo que plantea el Sr. Isaacson: "Los bibliotecarios deben tener el valor de decir que algunos libros no valen la pena ser leídos y no pertenecen ni a la colección más balanceada." Según Craig, dicho planteamiento no solamente contradice los valores del bibliotecario en lo que a libertad intelectual se refiere, además es una opinión clasista, proselitista y discriminatoria de un sector de usuarios de la biblioteca. Craig llama a este punto de vista " discriminación intelectual." Bajo este planteamiento y en luz de lo que conocemos como libertad intelectual, que no es otra cosa que la libertad de elegir lo que leo, como lo leo, cuando lo leo y mi derecho al acceso a este recurso, quisiera preguntarme: ¿hasta qué punto , los bibliotecarios como profesionales de la información del siglo XXI y como administradores de servicios de información somos responsables por el desarrollo de colecciones? Craig dice que las bibliotecas le pertenecen a los usuarios y no a los bibliotecarios que las administran. Si las colecciones se desarrollan tomando como base la comunidad que se verá afectada y los estudios de usuarios y de necesidades, ¿quiénes somos nosotros para decir qué libro es "malo" , " bueno", si el usuario desea, debe o puede leerlo? Ante todo, nuestro deber es servirle a la comunidad y a nuestra sociedad. No podemos seguir quedándonos en los absolutos. Entre el negro y el blanco existen muchas tonalidades de gris. Los filtros dejémoslos para hacer el café del desayuno y el de las tres de la tarde, si me leen bibliotecarios de mi país. ¿Qué opinan ustedes? Mientras tanto, me voy a buscar una tacita de café que acompañaré de la Odisea de Homero y del último número de la revista Vogue. Bon appetit!

Artículo consultado:

Gable, C. (2007). "The Freedom to Select: Prescribing "Good Books is an Insult to patrons." American Libraries. v.38, n. 3, p. 38


Foto recuperada el 18 de abril de 2007 en: http://www.flickr.com/photos/jetgrrrl/93215042/

1 comentario:

Alemx dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo mi bibliotecaria boricua, creo que la libertad de eleccion es un derecho individual por lo cual debemos dejar que cada usuario del servicio de bibliotecas haga su propia eleccion en base a sus propios intereses y preferencias.

Saludos desde México.